The Doors fueron la síntesis de su época. Su música era salvaje y poética al mismo tiempo, furiosa pero seductora. La sensual presencia escénica de Jim Morrison, cargada de fuerza y energía, capaz de proyectar un sentimiento de peligro, hablaba de fantasías a un público joven y se convirtió en el catalizador de toda una época. Sus canciones han mantenido a The Doors en ese raro panteón de grupos cuya música evoca los recuerdos de los turbulentos 60 y continúa generando fans no sólo entre aquellos que vivieron aquellos años, sino también entre las nuevas generaciones. Desde los días de Morrison como estudiante de cine en Los Angeles hasta su muerte en París en 1971 a los 27 años, esta película narra la historia de The Doors.