Un problema serio es bloquear los intentos de colonizar el planeta Nebulus, que de otro modo sería compatible con la vida: ¡su agua es venenosa! La única forma de devolver el agua a su forma natural e inofensiva es destruir las ocho enormes torres que mantienen un control misterioso y letal sobre todas las formas de este valioso recurso.
Impulsado a la acción por las necesidades de tu planeta natal peligrosamente superpoblado, debes intentar conquistar estas reliquias abandonadas por los alienígenas de una vez por todas. ¡Pero no será fácil! Tendrás que subir cada torre hasta la cima para detonar su punto vulnerable. ¡Y las torres siguientes son más difíciles de derribar!
¡Necesitarás todo tu ingenio para evitar enormes rocas aplastantes, ojos gigantes y moléculas mutantes indestructibles! Y cuidado con las escaleras resbaladizas y las repisas que se desintegran. ¡Un paso en falso y caerás a las profundidades!