Dijeron que eran "amigos". Dijeron que habían venido a "negociar el comercio de minerales raros". Parados a la sombra de la oscura y lúgubre nave espacial que se cernía silenciosamente por encima, desconocíamos por completo el macabro destino que nos esperaba. No, los humanos no habían venido en busca de minerales preciosos. Habían venido por nosotros. El envenenamiento por radiación de una guerra nuclear reciente ha llevado a toda la población animal de la Tierra a una extinción prematura, obligando a los humanos a explorar nuevos planetas en busca de ganado y muestras de laboratorio. Nuestro destino está sellado, ¿o no? Hay una última posibilidad de supervivencia. Escondida en las entrañas del planeta se encuentra una vieja cápsula de escape. Todo lo que tienes que hacer es abrirte camino a través de la alcantarilla subterránea hasta la cápsula de escape, para que puedas volar a tus vecinos en busca de ayuda. No debería ser un problema para un superalien como tú. Por cierto, ¿mencioné la bomba ...