Soy el doctor Victor Frankenstein. Creí ... ¡Oh tonto! ... Creí que podía igualar las maravillas de Dios. ¡Porque yo, en mis investigaciones, había descubierto el secreto de la vida! Durante dos fatigosos años experimenté con mis secretos de la fuerza vital. Pasamos largas horas en el laboratorio trabajando duro sobre tejido ensangrentado. Re-animar el músculo de un animal muerto. Notas, experimentos, más notas, ajustes a mi aparato. ¡Mis experimentos se convirtieron en una obsesión! Me olvidé de la comida, mi cuerpo se consumió. Mis ojos miraban salvajemente desde las cuencas hundidas. Los amigos me habían abandonado, considerándome excéntrico. ¡No me importaba, porque estaba destinado a estar entre los dioses! Su igual, un creador ... ¡Un dador de vida!