El planeta celestial Conceyta orbita con su luna en un sistema solar cubierto de polvo y gas. En su interior se esconde un mal desconocido para el hombre que entraña un peligro mucho mayor que cualquier amenaza presenciada hasta ahora. Un poder oscuro y misterioso se ha manifestado en las profundidades del gigante gaseoso, absorbiendo vida y tecnología y asimilando todo a su paso. Naves espaciales, pilotos, androides y ordenadores: nada es seguro. Nadie puede escapar del virus que infecta a todas las formas de vida, convirtiendo a los otrora valientes héroes y pacíficos colonos por igual en fuerzas devastadoras y caóticas, que luchan entre sí e infectan a más en el proceso. Tecnología sin alma y humanoides impulsados por el odio son todo lo que queda de la otrora orgullosa flota de la Tierra. La galaxia tal como la conocemos amenaza con desmoronarse. La guerra, la muerte y el caos se han apoderado de la civilización. La humanidad está al borde de la extinción. Los que aún no están infectados (la resistencia, una banda de mercenarios, soldados y civiles) son la última esperanza de la Tierra y tienen un objetivo en común: detener la infección mortal y destruir el núcleo de todo mal, oculto en las profundidades de Conceyta. Los exploradores han emprendido una misión despiadada para traer planos detallados y datos sobre la ubicación del poder y su línea de defensa en un último intento por salvar a la humanidad. Así que ha llegado el momento de que el último piloto restante, un mercenario y cazarrecompensas, sea la única posibilidad de supervivencia, irónicamente impulsado por el deseo de riqueza y fama. Sin muchas opciones, la resistencia ha desarrollado un caza estelar capaz de interceptar la fuerza maligna, equipado con un sistema de armas mortal y de máxima agilidad. Sin tiempo que perder, el décimo y último prototipo de la nave es entregado al piloto. Su nombre: "Sldner-X". Si el piloto tiene éxito, su nombre vivirá en la memoria de los hombres por siempre. Y así comienza la batalla.