En esta segunda entrega de Transporter, Frank se ha trasladado del Mediterráneo francés a Miami, Florida, donde como favor hacia un amigo, está trabajando como conductor de la acaudalada familia Billings. Hay muy pocas cosas que puedan sorprender al transportista, pero el niño Jack Billings es una de ellas. Frank ha hecho buenas migas con Jack, de seis años de edad, a quien lleva y trae del colegio. Pero cuando Jack es objeto de un secuestro, Frank debe emplear todas sus habilidades para el combate, demostradas sobradamente en acción, para recuperar al chico y desbaratar el plan de los secuestradores de liberar un virus que matará a cualquiera que entre en contacto con el mismo.