Después de centenares de años de enfrentamiento, la raza humana ha derrotado a su más terrorífico enemigo, las hordas de vampiros. Los pocos vampiros que quedan han sido recluidos en reservas aisladas, y la mayoría de los humanos se han refugiado en ciudades amuralladas dirigidas por la Iglesia. Los sacerdotes, entrenados como combatientes mortíferos durante las guerras contra los vampiros, ahora realizan trabajos menores, viven en completo aislamiento y marcados por sus distintivos tatuajes, son evitados por los vecinos del lugar. Cuando la noticia de un ataque vampírico y el secuestro de una joven de 18 años en una zona remota llega a oídos de Sacerdote (Paul Bettany), un veterano de guerra, este solicita a los monseñores reinantes permiso para ir en busca de la rehén, su sobrina.