El misterioso asesinato de un senador de Estados Unidos que lleva el sello distintivo de un asesino soviético, de nombre clave “Cassius”, obliga a un agente jubilado de la CIA, Paul Shepherdson (Richard Gere), a formar equipo con un joven agente del FBI, Ben Geary (Topher Grace), para resolver el caso. Shepherdson está convencido de que Cassius lleva mucho tiempo muerto, tras haber pasado toda su carrera siguiéndole la pista tanto al esquivo asesino como a sus rivales, así que acepta a regañadientes el caso después de que su antiguo supervisor, Tom Highland (Martin Sheen), lo desafíe a demostrar su teoría ante las recientes pruebas que parecen indicar lo contrario.