El periodista Gary Webb, tirando del hilo de los turbios orígenes de los causantes de la epidemia del crack en las calles de los Estados Unidos, termina acusando a la CIA de colaborar con los narcotraficantes que introdujeron cocaína en el país y que destinaban los beneficios a armar a la Contra nicaragüense. A pesar de las presiones de los capos de la droga y de los agentes de la CIA para que ponga fin a su investigación, Webb sigue empeñado en destapar un complot con implicaciones explosivas. Su viaje le lleva desde las cárceles de California hasta las aldeas de Nicaragua, pasando por los más altos círculos del poder en Washington... lo que le sitúa en el punto de mira de quienes amenazan no sólo con acabar con su carrera, sino también con su familia y su vida.