Gus Lobel ha sido uno de los mejores cazatalentos de béisbol durante décadas, pero, a pesar de sus esfuerzos por esconderlo, su edad empieza a pasarle factura. A pesar de esto, Gus, que puede decir cómo es un lanzamiento solo por el sonido del bate, se niega a quedarse en el banquillo en lo que podría ser el último trabajo de su carrera. Pero podría no tener elección. Los directivos de los Atlanta Braves empiezan a cuestionar sus opiniones, especialmente con el último fenómeno del país, un bateador que espera a que le convoquen. La única persona que podría ayudarle es también la única persona a la que Gus nunca pediría ayuda: su hija, Mickey (Amy Adams), empleada de un importante bufete de abogados de Atlanta, cuyas ganas y ambición le han hecho ascender hasta convertirse en socia.