En Transformers 2: La venganza de los Caídos han pasado dos años desde que Sam Witwicky y los Autobots salvaran a la raza humana de la invasión de los Decepticons. Ahora se prepara para el mayor desafío de su vida: salir de casa y marcharse a la universidad. Pese a su extremado heroísmo, la batalla de Mission City se ha convertido en una leyenda urbana conocida solamente por algunos teóricos de la conspiración. Sam sigue siendo un adolescente normal con las preocupaciones cotidianas y la emoción de hacerse adulto, separándose de sus padres por primera vez y comprometiéndose a serle fiel a su novia Mikaela. Por supuesto, también tiene que intentar explicar su partida a su robot guardián, Bumblebee.