Holly Kennedy es una bella e inteligente mujer casada con el amor de su vida -un apasionado, divertido e impetuoso irlandés llamado Gerry. Por todo ello, cuando una enfermedad acaba con la vida de Gerry también destroza la de Holly. El único que podía ayudarla se ha ido para siempre. Nadie conocía a Holly mejor que Gerry, así que él dejó ideado un plan de futuro para ella. Antes de morir, Gerry le escribió a Holly una serie de cartas que la guiarían, no sólo en su duelo sino también en un viaje de redescubrimiento de sí misma. El primer mensaje llega el día del 30º cumpleaños de Holly en forma de pastel y, para su asombro, una cinta grabada con un mensaje de voz de Gerry, quien le ordena que salga a la calle a "celebrarse a sí misma". Durante las semanas y meses siguientes recibirá más cartas de Gerry por las vías más sorprendentes, cada una de ellas con una nueva aventura para Holly, y todas terminadas de la misma forma: Posdata: te quiero.