Quentin Tarantino escribió en 1991 Reservoir Dogs con la intención de que fuera el proyecto más minimalista que se pueda imaginar y así facilitar su rodaje: la historia de un atraco a mano armada en la que el robo tiene lugar fuera de la pantalla con páginas y páginas de diálogo que necesitaban un único plató. Pretendía ser una película rodada en 16 mm. extremadamente barata y con Tarantino y sus amigos de Video Archives interpretando todos los papeles. Afortunadamente, un ambicioso productor, Lawrence Bender leyó el guión y le fascinó. Le pidió a Quentin que le concediera un mes para intentar conseguir la financiación ansiada que permitiera hacer una auténtica película. Fue Bender quien hizo llegar el guión al actor Harvey Keitel y fue el entusiasmo de Keitel lo que atrajo a varios actores consagrados para hacer la película...