Una expedición geológica estadounidense, bajo el mandato de la ONU, evalúa los recursos naturales en una parte distante de Siberia, en lo profundo de las estepas sin caminos del este de Rusia. Pero en lugar de petróleo, descubren un yacimiento de un mineral hasta entonces desconocido.
Los científicos estadounidenses que trabajan para el Departamento de Defensa descubren que este mineral es, de hecho, idéntico a la sustancia utilizada para alimentar un artefacto extraterrestre que tienen en su poder. Este objeto se llama EON (Extraterrestrial Object Nexus).
Fue encontrado en 1919 por el coronel Emerson cerca del sitio de la explosión de Tunguska. Emerson fue el comandante de una unidad militar estadounidense a cargo de transportar suministros de guerra estadounidenses desde la ciudad de Vladivostok al frente oriental durante la Primera Guerra Mundial.
Los experimentos del Departamento de Defensa han demostrado que los elementos colocados en la cápsula se transportan cientos de miles de años atrás en el tiempo. Los científicos estadounidenses no fueron capaces de comprender su construcción, ni lograron sintetizar su combustible. Finalmente, la máquina, clasificada como Top Secret, se almacenó, a la espera de nuevos avances en la ciencia humana